Zonas de tresmiles

6 de septiembre de 2009

CRESTERÍO DEL LEZAT

Escalada de las Agujas Mamy y Lacq, a las cuatro Agujas del Lezat y al Lezat desde la Brecha Mamy, y comenzando la ascensión desde el Refugio del Portillón en compañía de Fidel, Joseba, Gorka, Luis y Pablo.
Tras varios meses de preparativos, y tras irse añadiendo amigos a la expedición, el sábado nos juntamos en el Parking de las Granges d'Astau (1130 m) Fidel, Joseba, Gorka, Pablo y yo, con Luis, que vino directo desde Zaragoza.
Voy a robar las fotos de mis compañeros para ilustrar el reportaje. Las de Pablo no.
Las perspectivas metereológicas son fantásticas: aunque parece que vamos a pasar frío por la mañana, durante el día nos va a hacer muy bueno, y sobre todo, nada de viento.
A Joseba, Fidel y Gorka, el subir sólo hasta el Refugio del Portillón (2568 m) les parece suave, por lo que deciden ascender de paso al Grand Quayrat (3060 m). Luis y yo ya lo tenemos ascendido, y Pablo dice que para él esa cima "no existe", por lo que nosotros tres comenzaremos la ascensión china-chana, como diría Luis. Ellos ya han comenzado la subida hace un rato tras el reparto de material.

El tramo de ascensión hasta el Refugio de Espingo ya lo tengo descrito AQUÍ,por lo que no voy a repetirlo. Una vez dejado atrás este refugio, seguimos subiendo a través de una zona de bonitos lagos. En la foto se aprecia bien el refugio, así como el sendero que bordea el Lac Sausset.

Durante este tramo, observamos por primera vez nuestro objetivo de mañana, el Lezat.

En muchos tramos el sendero está perfectamente pavimentado con bloques de granito

Ya nos queda poco. Tenemos a la vista la presa del Lago de Portillón, así como el Perdiguero, y el Pico del Portillón. Destaca también el profundo tajo del Portillón d'Oo.

A las 16:00 horas llegamos al Refugio del Portillón o de Jean Arlaud, llamado así en homenaje a un médico-alpinista francés autor de varias primeras en Pirineos y que falleció bien cerca de aquí, en la cresta del Gourgs Blancs, en 1938. Nos ha costado cuatro horas superar estos 1450 metros de desnivel.


Lo primero que hacemos es echar un vistazo al punto de partida de mañana, la Brecha Mamy, situada a los pies del Crabioules Occidental.

La cena la dan a las 19:00 horas, por lo que sólo nos queda esperar y apostar por si les dará tiempo a estos tres a llegar para la hora de la cena al refugio. Llegarán a las 18:45, con la cima conseguida. Tras una abundante cena,


los guardas nos sorprenden con la sorpresa de que se va a celebrar en el mismo comedor una charla-proyección de fotografías a cargo de un glaciólogo de la "Association Pyrénéenne de Glaciologie Moraine", con traducción simultanea en nuestro honor al castellano, bajo el lema "Los glaciares del Pirineo frente al recalentamiento global".

Tras algo más de una hora mostrándonos el espectacular (y pesimista) retroceso (que no quiere decir, tal y como nos enseñaron) que los glaciares avancen hacia arriba del valle, de los principales glaciares de los Pirineos. La charla finalizaba diciendo que al ritmo actual, para el año 2050 los glaciares habrán desaparecido de la cordillera, pero había una esperanza: tal y como dijo, durante la Edad Media, no existían estos glaciares, surgieron más tarde, por lo que seguramente, y aunque nosotros no lo podamos ver, los glaciares volverán a maravillar a nuestros futuros descendientes.
Tras una calurosa noche en la chambre du Portillón, en donde, quizás influenciados por la proyección, creímos observar varios fenómenos paranormales, tales como ver entre nosotros al Conde Russell durmiendo en el interior de su saco de piel de ovejas, o escuchar una psicofonía de alguien que pedía ayuda, para las seis de la mañana nos encontramos desayunando.
El día ha amanecido espléndido, ni una nube, y la luna llena ilumina el itinerario de subida.
Para las 06:30 comenzamos a andar. Hace frío, tal y como estaba previsto.
El cresterío completo se recorta contra el cielo

Mientras las primeras luces del alba nos muestran el recorrido ganado

Echamos una mirada a la primera de las agujas, que si bien no es el paso con mayor dificultad técnica de la jornada, sí que es quizás el tramo más impresionante: un largo de 40 m de IIIº.

Nos vamos acercando más o menos desperdigados a la evidente Brecha Mamy, vía de acceso normal para la ascensión a los Crabioules.

Hace un rato que el sol ilumina el Lezat, así como la vertiente norte de la arista, lo cual es de agradecer, ya que la roca está muy fría en esta vertiente.

Ganamos altura rápidamente por el descompuesto corredor...

sin dejar de contemplar el paisaje

hasta llegar a la brecha, donde nos equiparemos.


Sin perder tiempo, comenzamos el asalto (y nunca mejor dicho...) por terreno conocido a la primera de las cimas de la jornada, la Punta Mamy. Se trata de una trepada (PD) de algo más de diez metros

08:00 horas. Punta Mamy (3048 m)
Desde aquí contemplamos durante un buen rato el tramo de arista por el cual vamos a tener que cabalgar durante unas cuantas horas.

Dejamos la cima, y comenzamos el descenso hacia la Punta Lacq. Durante este primer tramo iremos a plena cresta, sin dificultad pero bastante aéreo.

Hasta llegar al resalte donde se encuentra Joseba de pie. Un poco más abajo se le ve a Luis destrepando este tramo. Al final, dada la exposición del descuelgue, optamos por montar un corto rápel hasta la brecha.

Montando el rápel

Desde aquí tenemos la Punta Lacq justo enfrente.

Aquí me doy cuenta de que esta cima, que yo pensaba que la tenía ascendida hacía ya unos años durante una travesía de los Picos de Crabioules, en realidad no lo hice, ya que no recordaba este paso. Nos debidos de quedar en alguna punta del tramo que hemos atravesado. Tras descender el primero, Luis continua la travesía

Estos ya han llegado a la Punta Lacq

A nosotros nos queda un poco. De ahí arriba venimos.

Ahora sí. Punta Lacq (3010 m) 08:27

Estudiamos el recorrido.

Desde aquí sacamos las reseñas que llevamos (sobre todo la que nos escribió FTer) y estudiamos el recorrido que nos queda.

Desde aquí contemplamos el tramo de mayor dificultad de la ascensión, la travesía del Gendarme Blanco. Los bloques sobresalientes de este paso destacan perfectamente...

Tenemos que seguir perdiendo altura por un tramo más ancho

aunque a medida que perdemos altura se va poco a poco afilando, y aumenta la dificultad.

y habrá que realizar varios aéreos flanqueos

hasta llegar a otro tramo vertical que los patilargos destreparemos por la vertiente de Lys

y los otros rapelarán

Seguimos para adelante

Luis contempla los pasos claves que tenemos a continuación y que he punteado: el flanqueo por la vertiente derecha de un primer torreón que parece inaccesible, el atravesar el Gendarme Blanco por la vertiente de Literole y la ascensión de la primera de las agujas

Este tramo lo recorremos el grupo de manera compacta

El mismo lugar desde otra perspectiva

tras bordear el torreón

y cresteando de manera rápida...

Perdemos altura por la afilada arista...

hasta llegar al paso más "temido" de la ascensión, la travesía del Gendarme Blanco.

Hasta aquí hemos llegado sin encordarnos. En la amplia repisa sobre la que nos encontramos formamos tres cordadas: Pablo y Luis, Joseba y yo, y Gorka y Fidel. Y saldremos en este orden.
Como no podía ser de otra manera, Pablo se encarga de tirar de primero y colocar los seguros que utilizaremos el resto. Fidel, el último, se encargará de recogerlos.

Debemos de atravesar un tramo casi horizontal de unos cinco metros en el cual debemos de meter la punta de los pies en una estrecha fisura por la cual la recorreremos a pequeños pasos, teniendo escasas presas para las manos (III+). Un clavo al comienzo del tramo permite asegurarlo correctamente.


Se avanza hasta el final de la fisura y deberemos de ganar altura a continuación por la izquierda del bloque característico que sobresale de la pared, y encaramarnos a otro bloque que se encuentra en la misma arista.

Ahora Pablo doblará la esquina de la aguja, y hasta no llegar nuestro turno, no sabremos lo que viene a continuación. Tras unos minutos y montar reunión, le llega el turno a Luis.

Y poco a poco iremos pasando todos.

Al doblar la esquina, contemplo lo que viene a continuación: una pared bastante vertical de 40 metros de altura por la cual subiremos a la primera de las Agujas de Lezat.
Pablo y Luis ya han comenzado a treparla en ensamble.

Pero antes debo de montar reunión y esperar a Joseba, que acaba de asomar a esta vertiente.
El tramo que viene a continuación es quizás más impresionante que la propia travesía horizontal: hay que perder algo de altura desde un bloque en el cual la verticalidad es absoluta.

Pablo y Luis ya están muy arriba

Así que nosotros también comenzaremos a subir justo en el momento en el cual
Gorka asoma la cabeza

La pared impresiona, pero en realidad el paso más complicado apenas llega al III, por lo que subiremos en ensamble metiendo cintas en los numerosos bloques que sobresalen.

Gorka está llegando a la reunión, situada en el entronque con la arista.

Casualmente, unos montañeros franceses fotografían desde la subida al Collado inferior de Lliterola, la travesía de Fidel de este paso, mientras es asegurado por Gorka.

Joseba sale del tramo vertical de ascensión. A su izquierda, el Valle de Lys.


Sólo nos queda un sencillo paseo hasta la cima, donde ya se encuentran Luis y Pablo.

10:40 Aguja Inferior de Lezat

Permanecemos un buen rato en la cima almorzando y esperando a que la cordada de Fidel y Gorka vaya recogiendo todo el material

La ascensión de este tramo vertical vista por los mismos montañeros franceses.

Una vez todos en la cima, continuamos la ascensión.

Hay que descender hasta la siguiente brecha...

e ir ganando altura después (III-)...

por terreno vertical...

hasta llegar a la cima de la Aguja Central NO de Lezat 11:15

Este es el panorama que tenemos por delante. He silueteado en rojo la cornisa que debemos de tomar para ganar la tercera aguja por su vía más sencilla.

Pero antes de llegar a esa cornisa, debemos de atravesar varios pasos delicados.
En primer lugar debemos de descender a la brecha que separa las dos agujas.

Es un tramo muy aéreo

en el cual hay que hacer equilibrios por el filo mismo de la arista


hasta llegar a la brecha.

A continuación, hay que perder altura por el empinado y descompuesto corredor que baja hacia la vertiente de Lliterola


y en cuanto el terreno nos lo permita, debemos de salir del corredor y comenzar una trepada



que nos llevará a la estrecha repisa anteriormente citada. La 2ª Aguja va quedando atrás

Con cuidado, ya que el terreno está algo descompuesto, se va ganando altura

hasta llegar al filo de la arista, donde deberemos de bordearla, hasta llegar a una
empinada chimenea por la cual ganaremos de nuevo la arista (III)

Joseba acaba de superar este tramo...

y los demás vienen por detrás.

La chimenea vista desde arriba.

En un pis-pas llegamos a la tercera aguja, Aguja Central NO de Lezat 11:40
Mi tresmil número 200.


Según las referencias que tenemos, de aquí hasta la cima del Lezat sólo tenemos que andar, pero visto desde aquí, no lo parece...

Las ganas de llegar cuanto antes hace que apenas paremos en la cima...

y aunque alguno no tenga ninguna prisa y prefiera ir despacio para disfrutar de las vistas...

otros prefieren ir a la carrera.

12:10 Aguja Superior de Lezat

Ahora sí que sólo nos queda andar hasta llegar a la cima siguiendo la vía normal de ascensión, aunque el terreno por el cual marcharemos va a ser el más descompuesto de toda la ascensión.


Poco a poco llegamos a la arista cimera

donde ahora sí que sólo nos queda andar los últimos metros de ascensión.

12:33 Pico Lezat. Segunda vez que estoy en esta cima


Todavía nos quedan unas cuantas horas hasta descender a los coches, pero prefiero dar por finalizada la descripción en este punto.
Ha sido una gran ascensión, donde todos hemos disfrutado, acompañados de una metereología perfecta, y en la cual hemos superado de manera muy digna los miedos a esos pasos que tanto nos han impresionado desde la primera vez que los vimos publicados, en mi caso en el libro de Bellefon.
Creo que estoy preparado para afrontar las grandes aristas pendientes.
Otras descripciones de esta misma ascensión:
La de Luis, la de Joseba y la de Pablo
Gorka, además de montañero es también bertsolari. Este es el bertso que dedicó a esta ascensión:
Larunbatean kotxea hartu
eta Espingora alai,
zenbaitek Quayrat igo genuen,
besteak aterpean zai.
Gauean inork ezin lo egin
nahiz ta denok lo egin nahi,
ta igandean gora ta behera,
guztia indar ta dohai,
mendian "zerbait" ibili gera,
ta barre egin ere bai.


6 comentarios:

  1. Hola:

    Felicidades, con esos figurantes te han quedado unas escenas -fotografías- "de película" seguro, seguro que tienes agujetas hasta en las uñas.

    Impresionante, me viene en mente la Plana de de Vic y la aclimatación en globo, ahhhhhh era para este día.

    1saludo,

    ResponderEliminar
  2. Te ha quedado muy bien el repor. Cuando pueda escribir el mio creo que pondre algunas fotos y los links a los vuestros porque va a ser dificil superaros.

    A ver esas crestas futuras si se nos dan bien, jeje
    Salu2
    Luis

    ResponderEliminar
  3. Gracias a los dos.
    nudels, la película sería de miedo, jeje.
    Ya he leído que pescaste a dos incautos para beber alquitrán...pobres.
    Luis, que la fuerza nos acompañe....

    ResponderEliminar
  4. espectacular, solo viendo el gendarme se me cierran los esfinteres.Felicidades y animo, ya quedan menos...

    ResponderEliminar
  5. Enhorabuena por la actividad.

    Casualmente la he encontrado buscando info de la Punta Lacq (estuve el martes haciendo la cresta entre la Tusse de Remuñe y esta punta, la idea era continuar hasta el Lezat pero vimos que no nos daba tiempo) Una dudilla con el rapel que hicistéis antes de la Punta Lacq, ¿no dejastéis mallon ni nada? Porque el martes tuvimos que poner uno al rapelar del cordino que había con un clavo y luego lo recuperamos al retornar por el mismo sitio.

    ResponderEliminar
  6. Aupa Fern, gracias.

    Seguro que disfrutasteis tanto como nosotros. Ese mismo recorrido lo hice ya hace unos años con intención también de llegar hasta el Lezat y nos quedamos antes de la Punta Lacq.
    Nosotros no dejamos ningún mallón. Rapelamos directamente del cordino que había atado al clavo. Estaba en buen estado.

    Saludos

    ResponderEliminar