El año anterior hice otro intento en Agosto por la vía normal de Goûter, esta vez junto a Imanol, desde la estación del tren de cremallera del Nide d´Aigle, desde donde, debido también al mal tiempo previsto para toda la semana, sin sitio libre en los refugios y sin haber podido aclimatar nada, nos la jugamos a una carta e intentamos la subida del tirón, iniciando la ascensión a las 18:00 horas llegando hasta casi la cima del Dôme du Goûter a las 03:00 horas, en donde Imanol sufrió un grave ataque de mal de altura, teniendo que descender hasta al Refuge du Goûter, hasta que se recuperó.
Este año decidimos coger el MONT BLANC Multipass para varios días, lo que nos permitiría subir y bajar de la Aiguille du Midi y aclimatar, sin que el mal tiempo nos la jugase de nuevo. Tras un viaje nocturno, llegamos a Chamonix, en donde, tras coger plaza en el Camping Les Arolles, tomaremos el teleférico hasta la Aguja...
en donde comprobaremos "de manera científica", la falta de aclimatación, midiendo la saturación de oxígeno tanto en la base, como en la estación superior del teleférico.
Pasaremos el resto de la tarde "turisteando" por las instalaciones e intentando ver la cima del Mont Blanc, algo que no conseguimos en toda la semana.
Echaremos también un vistazo a nuestro objetivo de mañana, la Pointe Lachenal, tras la cual aparecen la preciosa cara norte de la Tour Ronde y el monolito del Grand Capucin.
Mientras paseamos por Chamonix por la tarde, caerá una impresionante tormenta
Al día siguiente, sin prisa, tomaremos uno de los primeros teleféricos y al llegar a la cima, comprobaremos que una espesa niebla lo cubre todo y además, está nevando. ¡Buen comienzo!
Bajaremos sin nada de visibilidad hasta el plateau glaciar...
y según lo atravesamos, comienza a despejarse, pudiendo ver por fin, la arista de los Cósmicos.
Atravesamos la larga planicie glaciar hasta llegar a la rimaya que marca el comienzo de la ascensión.
La nevada pala no ofrece ninguna dificultad una vez atravesada esta rimaya,
pero hay que atravesar cuanto antes este paso, viendo lo que tenemos sobre nuestras cabezas.
Sin más complicaciones que recorrer un corto tramo de arista rocosa sin dificultad, llegamos a la cima.
Lo habitual es recorrer la clásica arista que une las dos cimas de esta montaña, con pasos de IV°, pero no hemos venido con intención de escalar.
No es que haya buenas vistas, pero por lo menos vemos parte del recorrido hacia el Rifugio Torino a través de la Vallée Blanche
Una corta parada en la cima y enseguida comenzamos el retorno:
Según perdemos altitud, el tiempo va mejorando...
Con la idea de permanecer más tiempo en altitud, subiremos hasta el Refugio de los Cósmicos...
desde donde veremos la cima ascendida:
La Arista de los Cósmicos, quizás algún día...
Tras recorrer de nuevo la planicie glaciar, hacemos una pausa...
antes de afrontar la bonita y agotadora subida por la arista que sube hasta la Aiguille du Midi y que esta mañana hemos recorrido a ciegas.
Volveremos a pasar la tarde en las instalaciones, estudiando el objetivo de mañana, el Mont Blanc du Tacul.
Por la tarde, volverá a caer la tormenta de todos los días.
Al día siguiente, vuelta a subir a la Aiguille du Midi. Hoy ha amanecido un día precioso y se nota. A diferencia de estos días, se ve a mucha gente por la planicie glaciar:
Atravesamos el glaciar y enfilamos hacia la empinada ladera. Con toda la nieve caída esta noche, se hace penoso el andar, además, el fuerte viento que hace en las alturas, lanza la nieve pendiente abajo.
Subiremos varios cientos de metros, pero hay tal cantidad de nieve blanda, que la subida se hace imposible, además de peligrosa:
Media vuelta. Otra vez será...
Vuelta a subir al teleférico con el tiempo revuelto...
Durante el descenso, nos quedaremos en la estación intermedia de Plan de l´Aiguille, para estudiar el recorrido alternativo que hay para acceder al Refuge des Grands Mulets, ya que la posibilidad de derrumbamiento de un gigantesco serac situado en el Corredor Mallory de la cara norte de la Aiguille du Midi, prohibe el paso habitual al refugio, que recorre su base. Hacía diez días la caída de varios seracs dió la alerta.
Así se veía desde el teleférico:
No llegamos a ver clara la senda alternativa...
Esa tarde volvió a caer otra gran tormenta y estuvo lloviendo por la noche, por lo que finalmente decidimos por la mañana no intentarlo, pensando en la cantidad de nieve que habría y en lo que habría que sufrir para hacer cima, en caso de que lo consiguiésemos.
Acabamos volviendo al Pirineo y subiendo al Néouvielle:
