Ascensión a la Aguja SW. Russell en compañía de Fidel y Pablo desde el Refugio de Vallibierna.
Después de la paliza del día anterior, hoy no estábamos para muchas historias.
Yo tenía las plantas de los pies destrozadas, y me dolían al andar.
El plan inicial, que era el ascender a todas las cimas de los Russells, ya veíamos que era inviable, pero tampoco nos íbamos a quedar sin hacer nada, por lo que decidimos ascender a la Aguja SW de los Russell, más que nada por que es la que más a desmano queda en caso de querer ascender otra vez al resto de los picos del macizo.
Croquis del recorrido
A las 06:30 comenzamos la ascensión después de haber dormido debajo de un pino en los alrededores del Refugio de Vallibierna, que se encontraba lleno de gente.
El Vallibierna comienza a iluminarse
Durante estos primeros kms el sendero está balizado. Estamos siguiendo la GR-11 que se dirige hacia el Collado de Vallibierna.
El macizo del Posets-Bardamina comienza a iluminarse también
Desde el mismo lugar contemplamos por primera vez el macizo de los Russells, aunque la verdad es que desconocemos cual puede ser la Aguja SW. No vemos resaltar ninguna.
Llegamos a la Pleta de Llosas, con sus turberas inundadas y sus bonitos meandros. Enfrente tenemos nuestro objetivo. Abandonamos la GR-11 y tomamos el señalizado sendero que nos lleva a los Ibones de Llosás
Vamos ganándole altura al Vallibierna-Tuca de Culebras, y su Paso del Caballo.
A las 08:20 llegamos al primer Ibón de Coronas. La verdad es que hoy no vamos a batir ningún record de tiempo... La Arista de Llosás se refleja en él.
Para acceder al Ibón Superior de Llosás penetramos en lo que va a ser la tónica de la jornada: unos inmensos pedregales en los cuales intentábamos seguir los hitos, aunque la verdad es que es una zona tan amplia y con tan poca dificultad, que puedes ir por donde quieras. Eso sí, de bloque en bloque
Dejamos atrás el Ibón Superior
En un momento dado, dejamos de ver hitos y decidimos subir a salto de mata. No hay pérdida, tenemos el macizo enfrente
Para salvar los resaltes que tenemos por encima, intentaremos subir todo lo que podamos por la hierba, lo cual nos hace descansar las piernas
Parece que estamos a la altura del Vallibierna
Por primera vez vemos como la Aguja SW está individualizada de la arista, y la tomamos como referencia para avanzar a través del caos de bloques que nos espera a partir de aquí
Cualquier excusa era buena para pararnos a descansar...
Vaya, ya la hemos vuelto a perder otra vez. Está ahí, ¿pero donde?
Yo no recuerdo un mar de bloques como el de aquí...
Esta no puede ser.... aquella tampoco.... pues tiene que ser esa....
Tenemos un momento de duda.... ¿A ver si el itinerario va a subir por ese nevero?
¡No hemos traído crampones!
Pero no. Afortunadamente, no es por ahí.
Ánimo Fidel, que ya estamos en la base de la aguja
Este es el descompuesto corredor que nos llevará a la brecha
Pero descompuesto, descompuesto...
A mitad del corredor un gran bloque obliga a realizar una sencilla trepada para evitarlo
Desde la brecha hay unas excelentes vistas a los grandes de la zona
También miro al corredor oriental, otra posible variante de subida. Tras hablar más tarde con otro montañero que subió por ahí, nos dijo que debe de haber un bloque empotrado extraplomado que hace inviable el destrepe. Hay montado un rápel en la misma brecha, pero la recuperación de la cuerda, si no imposible, se haría muy dificultosa.
Tras dejar las mochilas en la brecha, Pablo duda por donde subir
Al final optamos por la fisura situada más a la izquierda catalogada como PD. Aunque es un terreno muy pendiente, por lo menos la roca es sólida.
Yo que tengo las piernas largas, lo superé facilmente, pero a ellos les costó algo más.
10:35. Llegamos a la estrecha cima. Todo un logro viendo como estamos.
Hasta allí abajo debemos de bajar
Ahora viene lo más complicado del día: el descenso a la brecha.
En la aguja cimera hay colocadas cintas para rapelar,
pero al no haber subido la cuerda, no queda más remedio que destrepar.
Desgraciadamente, no hay fotos en este tramo.
Recogemos las mochilas y comenzamos el descenso
Ya hemos salido del corredor y ahora toca volver a recorrer del mar de bloques
Ya estamos a la altura del Ibón Superior. Se acaba la zona de rocas...
Otra vez tenemos a la vista la Cresta de Llosás
Llegamos al Ibón Inferior de Llosás
Ahora toca ir perdiendo altura poco a poco hasta llegar a la Pleta de Llosás
Un vistazo atrás al macizo
Adios Russells. Habrá que volver otro día...
Un poco antes de las dos llegaremos al refugio.
Antes de nada, recogemos todo lo que teníamos guardado y nos ponemos en la parada del bus a esperar al que vendrá a las cuatro de la tarde. Fin de este fenomenal fin de semana
26 de julio de 2009
25 de julio de 2009
ARISTA DE CREGÜENA
Escalada de la Arista de Cregüeña -con abandono antes de la cima del Pico Maldito- en compañía de Fidel, Luis y Pablo ascendiendo a las Agujas de Juncadella, Cregüeña y Haurillon.
Aunque ya tenía ascendidas las dos primeras agujas de este impresionante cresterío, surgió la oportunidad de realizar el cresterío completo en compañía de Fidel, Luis y Pablo, y ni me lo pensé.
La idea era haber realizado el cresterío hasta el Pico Maldito, y haber continuado por el del Medio hasta llegar al Collado de Coronas, de donde descenderíamos de nuevo al Refugio de Vallibierna (ilusos de nosotros...).
Un apunte histórico y correccional:
Tal y como relata Alberto Martínez Embid en un antiguo desnivel, los primeros ascensionistas de esta arista fueron la cordada formada por Emilio Juncadella y Jean Haurillon en 1910.
En su honor, se denominarían los tres picachos más característicos de ella, en sentido ascendente: Punta de Cregüeña, Aguja de Juncadella y Aguja de Haurillon...
Inexplicablemente, al publicarse el catálogo oficial de tresmiles de Juan Buysé, se intercambiaron el orden de las dos primeras cimas, quedándose tal y como están ahora, esto es, Aguja Juncadella, Aguja de Cregüeña y Aguja Haurillón.
Croquis de la ascensión
El sábado quedamos con Luis en Benasque para tomar del primer autobús que parte hacia Vallibierna, tras pasar la noche sobre el duro suelo que hay en las obras de la entrada del pueblo.
A las seis y pico comenzamos la ascensión tras dejar en el refugio (que se encontraba saturado de gente) todo lo que no vamos a utilizar en la subida.
A las 07:30 llegamos al Ibón Inferior de Coronas, desde donde podemos contemplar por primera vez el cresterío completo
Decidimos no comenzar la arista en el Collado de Cregüeña, ya que la ascensión a la Aguja Juncadella desde ella es un sencillo paseo por terreno completamente descompuesto, y que no aporta nada a la ascensión, por lo que nos situaremos en su vertiente sur y subiremos por la vía que normalmente se utiliza para descender de ella, tras dejar las mochilas en su base.
Llegando a la base de la Aguja a través de este inmenso pedregal .
La pirámide del Aragüells queda atrás
Sin el peso de las mochilas parece que volamos...
A las 09:15 llegamos a la cima.Aguja Juncadella
Unas fotos sobre el monolito cimero
Desde aquí contemplamos también la continuación del cresterío
La continuación por el cresterío hasta la brecha situada al pie de la siguiente aguja está muy recortada y es necesario realizar algún rápel, por lo que decidimos no continuar por aquí.
Este fue el motivo por el cual dejamos las mochilas en la base. La idea era el ascender a las agujas por su vía más rápida. Bastante largo es, como veríamos más tarde, el realizar el cresterío completo.
Descendemos de nuevo a recoger las mochilas. Al fondo el Ibón del Medio de Coronas
Ahí arriba tenemos nuestro siguiente objetivo: la Aguja Cregüeña.
Y de ahí arriba venimos...
Utilizamos una vía más sencilla y lógica que la que utilicé yo, pero aún así es necesario realizar unas sencillas trepadas que no superan el grado II. Llegamos a la base de la aguja
Penetramos en una evidente canal por la cual ganaremos altura
Y continuamos por un sistema de aristas y repisas...
Algún paso es bien afilado
Últimos metros...
10:30. Llegamos a la cima. Aguja Cregüeña. A nuestros pies tenemos el enorme Ibón de Cregüeña
Mientras Fidel se entretiene tomando mediciones...
yo me entretengo en fotografiar el entorno. Es un bonito balcón para contemplar tresmiles.
Macizo de los Eristes, Espadas-Aneto, Bachimala, Clarabides, Perdiguero, Clarabides, Boum...
El Posets-Bardamina vistos desde más cerca. Por ahí andan unos conocidos....
Y sobre todo, la temida Aguja Haurillón.
He dibujado de manera aproximada el itinerario de subida
La vez anterior destrepé desde este mismo lugar, ya que no llevaba cuerda, pero esta vez, ya que las llevamos, rapelaremos. Preparándolo
Y descendiendo
Nos despedimos de la Aguja de Cregüeña
Y nos preparamos para la Haurillon.
Las guías hablan de un paso de IV y varios de III, por lo que ante la duda de lo que nos vamos a encontrar, nos calzamos los pies de gato.
Comenzamos trepando por esta fisura en diagonal de III que nos llevará a una repisa que utilizaremos como reunión para superar el tramo más empinado.
Una vez en la base, Pablo se prepara para subir por la fisura de IVº.
La verdad es que si no llega a ser por él, lo hubisemos pasado mal para escalar por allí.
El itinerario discurre por el interior de la fisura hasta llegar a un bloque empotrado que nos corta el paso. En este punto hay que pegar una zancada a la izquierda para superarlo.
Este paso es espectacular, ya que pasas de estar empotrado en el interior de la fisura a salir a la arista donde tienes el Lago de Cregüeña a tus pies varios cientos de metros debajo tuyo.
Una vez fuera del nicho, se trepa por la arista sin duda posible sobre el itinerario.
He señalizado en rojo un tascón de madera que sirve de referencia.
Desde la tranquilidad de la reunión es un placer contemplarle a Pablo
Últimos metros.
Ahora nos toca a nosotros. Tengo el honor de ser el segundo.
Aunque el primer tramo hasta llegar al nicho lo subo con aprehensión, la verdad es que en el tramo más vertical, una vez fuera de él, disfruté de las sensaciones. El Lago de Cregüeña, el amplio circo que llega hasta el Pico Le Bondidier.. Todo a mis pies.
Llego hasta la reunión, donde Pablo va a tener que esperar pacientemente
a que subamos los tres
A partir de aquí ya no son necesarios los pies de gato.
Continuo subiendo para fotografiar la zona.
Pablo en su cómoda reunión
El Aneto y lo que queda del Corredor Estasen
La Aguja de Cregüeña
La impresionante cara sur del Abadías en primer plano. En ese momento nos fijamos en la sombra que proyectaba una aguja sobre la pared y vimos que debía de medir mas de 3000 metros de altura. Habría que estudiarla...Al fondo Le Bondidier
Poco a poco vamos llegando a la reunión.
Y continuamos la ascensión, ya de manera más tranquila
13:05. Llegamos a la cima de la Aguja Haurillon. Hay una amplia sensación de satisfacción.
Desde aquí podemos ver lo que nos queda: la idea es subir hasta el Pico Maldito y continuar la cresta hasta el Collado de Coronas. Ilusos....
Desde la cima me asomo a ver el rápel que hay hasta la siguiente brecha.
Atamos las dos cuerdas de 60 m. y comenzamos a bajar.
Llegamos a esta brecha señalizada en rojo
La continuación a plena arista desde la brecha es imposible, por lo que bordearemos esta pared vertical por la vertiente de Coronas. Aquí deberemos de trepar por varios pasos de III.
Pablo se presta a tirar de primero.
Un lujo de sitio para escalar...
Le sigue Fidel
Así penetraremos en un empinado corredor que deberemos de trepar hasta llegar a un característico bloque empotrado a través del cual deberemos de pasar.
Ya podemos guardar el material. En un buen rato no vamos a volver a utilizarlo.
El Pico Maldito lo tenemos encima nuestro, y parece que al alcance de las manos.
Sabemos que todavía queda un paso de IV al comenzar la subida al pico, pero el resto parece sencillo
Ahora debemos de avanzar a plena cresta durante un tiempo subiendo y bajando bloques
El continuar por la cresta a partir de aquí obliga a ir sorteando unas agujas que nos ralentizarían demasiado, por lo que decidimos bordear el cresterío por la vertiente de Cregüeña perdiendo algo de altura.
El Lago de Cregüeña va cambiando de perspectiva
Hasta esa brecha debemos de subir ahora...
Es una sencilla trepada al inicio
Y en el tramo final sólo hay que andar por el descompuesto corredor
Vamos llegando a la brecha
La brecha es una bonita ventana al Aneto
Paramos a descansar. Son ya las 14:50, y llevamos más de ocho horas andando
Para Luis, este es el final del recorrido. Debe de tomar el último bus de Vallibierna a las 18:00 horas, por lo que abandona el cresterío aquí mismo por medio de un rapel.
Se lleva la cuerda, ya que pensamos que a partir de aquí no va a ser necesaria y así nos quita peso, un error del cual nos daremos cuenta dentro de poco...
Adios Luis. Mañana nos veremos.
Mientras Pablo intenta echar una cabezada, nosotros dos subimos a la que pensamos es la Cuarta Cota de Cregüeña a realizar unas mediciones. Luciendo cuerpo en la cima...
mientras Fidel realiza las mediciones con el gps, observa lo que llevamos ascendido
Desde aquí arriba observamos el recorrido que debemos de realizar a continuación.
Tras el descanso, continuamos la ascensión.
Un vistazo atrás para contemplar la brecha y la aguja que acabamos de ascender
No tenemos nada claro el itinerario
Desde aquí se ve bien todo el recorrido que llevamos realizado
Al final nos metimos en un tramo de IV sin cambiarnos las botas...
Una vez superado este tramo, llegamos a una zona de gigantescos bloques que debemos de atravesar por su parte superior
Llegamos al punto donde en este momento se encuentra Pablo, en el cual hay que dar una gran zancada con un vacío de decenas de metros bajo nuestros pies y agarrarse al bloque que se aprecia en primer plano. Un paso espectacular. Le llamé el paso de fe.
Llegamos de esta forma al final del recorrido. Un profundo corte de decenas de metros y una pared vertical y completamente lisa enfrente nos cortan el paso. Además, la zona está llena de cintas abandonadas supuestamente para escapar de aquí. Son ya más de las cinco de la tarde y por más que miramos por todos los lados no vemos clara la continuación. Hasta aquí llegamos
Visto desde abajo
Tomamos la decisión de abandonar la ascensión.
Todavía queda mucho recorrido por un terreno donde perderíamos mucho tiempo buscando la vía. Además, el realizar la Cresta del Medio después, sería algo imposible sin llegar de noche al refugio.
En caso de tener la segunda cuerda, hubiésemos rapelado desde cualquiera de las numerosas cintas que hay colocadas, pero al carecer de ella, y no viendo claro la continuación de los rápeles con una sola cuerda, decidimos volver a la brecha desde la cual rapeló Luis.
Debemos de atravesar otra vez el paso de fe, y esta vez de bajada, que impresiona más, por lo que decidimos asegurarlo. Para no perder tiempo, seguimos descendiendo agarrados a la cuerda en los tramos verticales y cortos...
hasta llegar a un rápel de 30 metros que nos bajará de forma directa hasta las cintas y maillón de las cuales descendió Luis
A la sombra de Pablo, como a él, le gusta la roca...
Último rápel, también de 30 metros, aunque se podrían apurar destrepando los últimos metros
Ya estamo en el suelo. He dibujado el rápel fraccionado por donde hemos bajado
Aunque difícil de apreciar, se observa un velero sin motor frente al Corredor Estasen. Estuvo dando vueltas alrededor de la cima un buen rato.
Comenzamos el descenso. Llegamos al Ibón del Medio de Coronas, desde donde echaremos un último vistazo a todo lo que nos quedaba
y otro más al Aneto
Son ya casi las 19:30 y todavía nos queda bajar hasta el refugio, a donde llegaremos a las nueve de la noche. Han sido 15 horas de agotadora ascensión, pero también ha sido una de las que mejor sabor de boca me ha dejado. Lástima que no hayan podido venir todos los que estaban apuntados.
El refugio está lleno de gente, además hay un tufo horroroso. Decidimos cenar y dormir en los prados que lo rodean y descansar, que mañana tenemos previsto subir a los Russells... ¿Lo conseguiremos?
La verdad, después de bebernos dos botellas de sidra y agotados como estamos, no parece que tengamos muchas opciones...
Por si acaso pondremos el despertador a las 06:00...
Otra versión de esta misma ascensión en el blog de Luis
Aunque ya tenía ascendidas las dos primeras agujas de este impresionante cresterío, surgió la oportunidad de realizar el cresterío completo en compañía de Fidel, Luis y Pablo, y ni me lo pensé.
La idea era haber realizado el cresterío hasta el Pico Maldito, y haber continuado por el del Medio hasta llegar al Collado de Coronas, de donde descenderíamos de nuevo al Refugio de Vallibierna (ilusos de nosotros...).
Un apunte histórico y correccional:
Tal y como relata Alberto Martínez Embid en un antiguo desnivel, los primeros ascensionistas de esta arista fueron la cordada formada por Emilio Juncadella y Jean Haurillon en 1910.
En su honor, se denominarían los tres picachos más característicos de ella, en sentido ascendente: Punta de Cregüeña, Aguja de Juncadella y Aguja de Haurillon...
Inexplicablemente, al publicarse el catálogo oficial de tresmiles de Juan Buysé, se intercambiaron el orden de las dos primeras cimas, quedándose tal y como están ahora, esto es, Aguja Juncadella, Aguja de Cregüeña y Aguja Haurillón.
Croquis de la ascensión
El sábado quedamos con Luis en Benasque para tomar del primer autobús que parte hacia Vallibierna, tras pasar la noche sobre el duro suelo que hay en las obras de la entrada del pueblo.
A las seis y pico comenzamos la ascensión tras dejar en el refugio (que se encontraba saturado de gente) todo lo que no vamos a utilizar en la subida.
A las 07:30 llegamos al Ibón Inferior de Coronas, desde donde podemos contemplar por primera vez el cresterío completo
Decidimos no comenzar la arista en el Collado de Cregüeña, ya que la ascensión a la Aguja Juncadella desde ella es un sencillo paseo por terreno completamente descompuesto, y que no aporta nada a la ascensión, por lo que nos situaremos en su vertiente sur y subiremos por la vía que normalmente se utiliza para descender de ella, tras dejar las mochilas en su base.
Llegando a la base de la Aguja a través de este inmenso pedregal .
La pirámide del Aragüells queda atrás
Sin el peso de las mochilas parece que volamos...
A las 09:15 llegamos a la cima.Aguja Juncadella
Unas fotos sobre el monolito cimero
Desde aquí contemplamos también la continuación del cresterío
La continuación por el cresterío hasta la brecha situada al pie de la siguiente aguja está muy recortada y es necesario realizar algún rápel, por lo que decidimos no continuar por aquí.
Este fue el motivo por el cual dejamos las mochilas en la base. La idea era el ascender a las agujas por su vía más rápida. Bastante largo es, como veríamos más tarde, el realizar el cresterío completo.
Descendemos de nuevo a recoger las mochilas. Al fondo el Ibón del Medio de Coronas
Ahí arriba tenemos nuestro siguiente objetivo: la Aguja Cregüeña.
Y de ahí arriba venimos...
Utilizamos una vía más sencilla y lógica que la que utilicé yo, pero aún así es necesario realizar unas sencillas trepadas que no superan el grado II. Llegamos a la base de la aguja
Penetramos en una evidente canal por la cual ganaremos altura
Y continuamos por un sistema de aristas y repisas...
Algún paso es bien afilado
Últimos metros...
10:30. Llegamos a la cima. Aguja Cregüeña. A nuestros pies tenemos el enorme Ibón de Cregüeña
Mientras Fidel se entretiene tomando mediciones...
yo me entretengo en fotografiar el entorno. Es un bonito balcón para contemplar tresmiles.
Macizo de los Eristes, Espadas-Aneto, Bachimala, Clarabides, Perdiguero, Clarabides, Boum...
El Posets-Bardamina vistos desde más cerca. Por ahí andan unos conocidos....
Y sobre todo, la temida Aguja Haurillón.
He dibujado de manera aproximada el itinerario de subida
La vez anterior destrepé desde este mismo lugar, ya que no llevaba cuerda, pero esta vez, ya que las llevamos, rapelaremos. Preparándolo
Y descendiendo
Nos despedimos de la Aguja de Cregüeña
Y nos preparamos para la Haurillon.
Las guías hablan de un paso de IV y varios de III, por lo que ante la duda de lo que nos vamos a encontrar, nos calzamos los pies de gato.
Comenzamos trepando por esta fisura en diagonal de III que nos llevará a una repisa que utilizaremos como reunión para superar el tramo más empinado.
Una vez en la base, Pablo se prepara para subir por la fisura de IVº.
La verdad es que si no llega a ser por él, lo hubisemos pasado mal para escalar por allí.
El itinerario discurre por el interior de la fisura hasta llegar a un bloque empotrado que nos corta el paso. En este punto hay que pegar una zancada a la izquierda para superarlo.
Este paso es espectacular, ya que pasas de estar empotrado en el interior de la fisura a salir a la arista donde tienes el Lago de Cregüeña a tus pies varios cientos de metros debajo tuyo.
Una vez fuera del nicho, se trepa por la arista sin duda posible sobre el itinerario.
He señalizado en rojo un tascón de madera que sirve de referencia.
Desde la tranquilidad de la reunión es un placer contemplarle a Pablo
Últimos metros.
Ahora nos toca a nosotros. Tengo el honor de ser el segundo.
Aunque el primer tramo hasta llegar al nicho lo subo con aprehensión, la verdad es que en el tramo más vertical, una vez fuera de él, disfruté de las sensaciones. El Lago de Cregüeña, el amplio circo que llega hasta el Pico Le Bondidier.. Todo a mis pies.
Llego hasta la reunión, donde Pablo va a tener que esperar pacientemente
a que subamos los tres
A partir de aquí ya no son necesarios los pies de gato.
Continuo subiendo para fotografiar la zona.
Pablo en su cómoda reunión
El Aneto y lo que queda del Corredor Estasen
La Aguja de Cregüeña
La impresionante cara sur del Abadías en primer plano. En ese momento nos fijamos en la sombra que proyectaba una aguja sobre la pared y vimos que debía de medir mas de 3000 metros de altura. Habría que estudiarla...Al fondo Le Bondidier
Poco a poco vamos llegando a la reunión.
Y continuamos la ascensión, ya de manera más tranquila
13:05. Llegamos a la cima de la Aguja Haurillon. Hay una amplia sensación de satisfacción.
Desde aquí podemos ver lo que nos queda: la idea es subir hasta el Pico Maldito y continuar la cresta hasta el Collado de Coronas. Ilusos....
Desde la cima me asomo a ver el rápel que hay hasta la siguiente brecha.
Atamos las dos cuerdas de 60 m. y comenzamos a bajar.
Llegamos a esta brecha señalizada en rojo
La continuación a plena arista desde la brecha es imposible, por lo que bordearemos esta pared vertical por la vertiente de Coronas. Aquí deberemos de trepar por varios pasos de III.
Pablo se presta a tirar de primero.
Un lujo de sitio para escalar...
Le sigue Fidel
Así penetraremos en un empinado corredor que deberemos de trepar hasta llegar a un característico bloque empotrado a través del cual deberemos de pasar.
Ya podemos guardar el material. En un buen rato no vamos a volver a utilizarlo.
El Pico Maldito lo tenemos encima nuestro, y parece que al alcance de las manos.
Sabemos que todavía queda un paso de IV al comenzar la subida al pico, pero el resto parece sencillo
Ahora debemos de avanzar a plena cresta durante un tiempo subiendo y bajando bloques
El continuar por la cresta a partir de aquí obliga a ir sorteando unas agujas que nos ralentizarían demasiado, por lo que decidimos bordear el cresterío por la vertiente de Cregüeña perdiendo algo de altura.
El Lago de Cregüeña va cambiando de perspectiva
Hasta esa brecha debemos de subir ahora...
Es una sencilla trepada al inicio
Y en el tramo final sólo hay que andar por el descompuesto corredor
Vamos llegando a la brecha
La brecha es una bonita ventana al Aneto
Paramos a descansar. Son ya las 14:50, y llevamos más de ocho horas andando
Para Luis, este es el final del recorrido. Debe de tomar el último bus de Vallibierna a las 18:00 horas, por lo que abandona el cresterío aquí mismo por medio de un rapel.
Se lleva la cuerda, ya que pensamos que a partir de aquí no va a ser necesaria y así nos quita peso, un error del cual nos daremos cuenta dentro de poco...
Adios Luis. Mañana nos veremos.
Mientras Pablo intenta echar una cabezada, nosotros dos subimos a la que pensamos es la Cuarta Cota de Cregüeña a realizar unas mediciones. Luciendo cuerpo en la cima...
mientras Fidel realiza las mediciones con el gps, observa lo que llevamos ascendido
Desde aquí arriba observamos el recorrido que debemos de realizar a continuación.
Tras el descanso, continuamos la ascensión.
Un vistazo atrás para contemplar la brecha y la aguja que acabamos de ascender
No tenemos nada claro el itinerario
Desde aquí se ve bien todo el recorrido que llevamos realizado
Al final nos metimos en un tramo de IV sin cambiarnos las botas...
Una vez superado este tramo, llegamos a una zona de gigantescos bloques que debemos de atravesar por su parte superior
Llegamos al punto donde en este momento se encuentra Pablo, en el cual hay que dar una gran zancada con un vacío de decenas de metros bajo nuestros pies y agarrarse al bloque que se aprecia en primer plano. Un paso espectacular. Le llamé el paso de fe.
Llegamos de esta forma al final del recorrido. Un profundo corte de decenas de metros y una pared vertical y completamente lisa enfrente nos cortan el paso. Además, la zona está llena de cintas abandonadas supuestamente para escapar de aquí. Son ya más de las cinco de la tarde y por más que miramos por todos los lados no vemos clara la continuación. Hasta aquí llegamos
Visto desde abajo
Tomamos la decisión de abandonar la ascensión.
Todavía queda mucho recorrido por un terreno donde perderíamos mucho tiempo buscando la vía. Además, el realizar la Cresta del Medio después, sería algo imposible sin llegar de noche al refugio.
En caso de tener la segunda cuerda, hubiésemos rapelado desde cualquiera de las numerosas cintas que hay colocadas, pero al carecer de ella, y no viendo claro la continuación de los rápeles con una sola cuerda, decidimos volver a la brecha desde la cual rapeló Luis.
Debemos de atravesar otra vez el paso de fe, y esta vez de bajada, que impresiona más, por lo que decidimos asegurarlo. Para no perder tiempo, seguimos descendiendo agarrados a la cuerda en los tramos verticales y cortos...
hasta llegar a un rápel de 30 metros que nos bajará de forma directa hasta las cintas y maillón de las cuales descendió Luis
A la sombra de Pablo, como a él, le gusta la roca...
Último rápel, también de 30 metros, aunque se podrían apurar destrepando los últimos metros
Ya estamo en el suelo. He dibujado el rápel fraccionado por donde hemos bajado
Aunque difícil de apreciar, se observa un velero sin motor frente al Corredor Estasen. Estuvo dando vueltas alrededor de la cima un buen rato.
Comenzamos el descenso. Llegamos al Ibón del Medio de Coronas, desde donde echaremos un último vistazo a todo lo que nos quedaba
y otro más al Aneto
Son ya casi las 19:30 y todavía nos queda bajar hasta el refugio, a donde llegaremos a las nueve de la noche. Han sido 15 horas de agotadora ascensión, pero también ha sido una de las que mejor sabor de boca me ha dejado. Lástima que no hayan podido venir todos los que estaban apuntados.
El refugio está lleno de gente, además hay un tufo horroroso. Decidimos cenar y dormir en los prados que lo rodean y descansar, que mañana tenemos previsto subir a los Russells... ¿Lo conseguiremos?
La verdad, después de bebernos dos botellas de sidra y agotados como estamos, no parece que tengamos muchas opciones...
Por si acaso pondremos el despertador a las 06:00...
Otra versión de esta misma ascensión en el blog de Luis
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