30 de junio de 2007

AGUJAS DE JUNCADELLA Y DE CREGÜEÑA

Ascensión a estas dos agujas de la Cresta de Cregüeña desde el Refugio de Vallibierna la víspera de la escalada de parte de la Arista de Llosas en compañía de Fidel, Luis y Joseba.
Comenzamos la ascensión desde el Refugio de Vallibierna...

y ganamos altura a través de este transitado sendero cargados con todo el material que habrá que utilizar mañana, más el de vivac.

Una vez en el vivac de Coronas, y teniendo toda la tarde por delante, decidimos que se podría aprovechar el tiempo ascendiendo a algunas de las cimas que tenemos enfrente

Cogemos lo imprescindible, o sea cortavientos, cámara de fotos, gps, y cantimplora y comenzamos a subir.

El Aneto es un imán...

Por el laberinto de piedras. Al fondo, nuestro objetivo de mañana

Mis compañeros deciden subir al Aragüells. Como yo ya lo tengo ascendido con mi hijo, decido trepar a la primera de las agujas del Cresterío de Cregüeña, la de Juncadella

Mis compañeros mientras tanto, trepan por el "rocódromo" del Aragüells.

Por debajo nuestro tenemos el Lago de Cregüeña.

Llego a la cima de la Aguja Juncadella. Se me olvidó sacarme foto. Menos mal que tengo panorámica de 180º desde el Pico de Alba hasta la Cresta de Llosas:

El trío también ha llegado a la cima del Aragüells...

por lo que decido ascender a la siguiente aguja, la de Cregüeña. Llego hasta la base, por este pedregal:

En rojo, el itinerario seguido (AD), aunque pienso que hubiese sido más sencillo subir por ese corredor que se aprecia a la izquierda.

Una vez en la cima de esta, y mientras espero a que mis compañeros suban a la Aguja de Juncadella, tal y como habían comentado...

me entretengo en fotografiar los alrededores: Dejaremos la continuación de la Arista de Cregüeña, con la Aguja Haurillon en primer plano, para otra vez.

El Aneto, con su Corredor Estasen, está impresionante.

Las agujas que tenemos que escalar mañana están... impresionantes también...

Pasa el tiempo, y como no veo a mis compañeros, pienso que han decidido no subir (habíamos quedado en que les esperaba en la cima y bajábamos juntos). Aunque hay instalado un rápel para descender a la siguiente brecha, decido destrepar, más que nada por que no llevaba cuerda. La Aguja Haurillon quedará para otra ocasión


Mientras pierdo altura, oigo a mis compañeros por las alturas, descendiendo de la Aguja de Juncadella. Después de juntarnos, retornaremos al vivac donde después de una larga noche de insomnio para alguno, comenzaremos al día siguiente la ascensión por la Cresta de Llosas al Aneto

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