Para ascender a este Gendarme de Alba pensé en buscar un itinerario elegante que le diese un poco más de "dignidad" a esta insignificante cima. El recorrido idóneo hubiese sido recorrer la Cresta de Alba, o de los Quince Gendarmes, pero esto estaba por encima de mi límite de autoestima de primero de cordada. Localicé también un original itinerario desde el Ibón de Cregüeña que me permitiría acceder al citado cresterío hasta justo una brecha anterior al Gendarme, pero al final, decidí utilizar el recorrido habitual y más sencillo, ya que había un condicionante que me hizo encontrarle esa "dignidad" buscada: esta vez me iba a acompañar mi hijo.
A las 06:30 horas partimos del Refugio de la Renclusa.
La cima del Pico de Alba está muy diferente a la última vez que lo ascendí:
El sol hace un rato que colorea las cimas.
Atravesamos los Ibones de la Renclusa
Después de llanear durante un buen rato, nos toca comenzar a ganar altura de nuevo.
Debemos de dirigirnos hacia el Collado de Paderna, siguiendo el bien balizado sendero.
Desde este collado tenemos ya a la vista la Cresta de Tuca Blanca, que accede hasta el Pico de Alba.
A partir de ahora intentaremos ascender aprovechando las palas de nieve, que nos evitarán el atravesar estos inmensos pedregales.
Poco a poco vamos ganando altura.
Tras ascender por una empinada pala de nieve, penetramos en un pedregoso canal que nos va a permitir acceder a la Cresta de Tuca Blanca.
Últimos metros...
Desde la brecha, tenemos medio Pirineo a la vista: Eristes, Posets, Bachimala, Perdiguero, el Luchonnais...
Y unas bonitas imágenes de la vertiente francesa.
Hasta ahora hemos estado a resguardo del viente, pero una vez en la cresta, este golpea con fuerza. Nos equipamos para ello.
Encima de nuestras cabezas tenemos a la vista la cima del Pico de Alba, pero antes tenemos que dirigirnos hacia el Gendarme. No tenemos ninguna referencia a tomar, por lo que nos dirigimos hacia el lugar señalizado con la flecha, ganando altura poco a poco.
La brecha va quedando atrás.
Desde el punto señalizado anteriormente con la flecha nos asomamos a la arista. El Gendarme está a nuestros pies y tendremos que seguir perdiendo altura.
Regresamos al pedregal y continuamos descendiendo por la descompuesta ladera. Ya estamos más cerca:
Y ahora estamos ya a su altura. La línea de sol y sombra de la arista que vemos frontalmente es la vía de trepada para acceder a la cima. El inicio de esta desde la brecha situada en su base se realiza por la vertiente soleada con un angustiante patio bajo nuestros pies.
Para acceder a esa brecha vamos a tener que seguir descendiendo aún más. Sacaré la cuerda y le descolgaré por seguridad a Ekain por unos descompuestos corredores. La verdad, no se si será que el ir acompañado por él me hace ver las cosas de otra manera, pero no recuerdo haber sentido esa sensación de inseguridad nunca. Llegamos al corredor principal, y comenzamos la trepada hasta la base del Gendarme. Por el descompuesto terreno que se aprecia a sus espaldas hemos descendido.
Una vez en la brecha, comienza la trepada final. Con el viento que hacía el gps andaba "loco" y las mediciones de altura eran absurdas, pero a simple vista yo aseguraría que no existen los diez metros de prominencia exigibles para que conste esta cima en el listado oficial de tresmiles. Tendrán que ir los Caza Fantasmas a tomar mediciones...
La cima es un sinvivir. El viento azota con justicia, y no hay sitio donde poder sacarnos una foto juntos. Gendarme de Alba (3054m)
Un vistazo rápido a la Cresta de los Quince Gendarmes...
y para abajo...
Ahora podemos dedicarnos a contemplar el paisaje, que la verdad, hasta ahora, apenas lo hemos podido hacer.
Volvemos a ganar altura hasta empalmar con la vía normal al Pico de Alba, y comenzamos su ascensión.
Al fondo contemplamos el Valle de Alba.
Accedemos a la arista cimera, desde donde podemos contemplar las Maladetas Occidentales
Es un bonito lugar para pararnos a descansar...
pero debemos continuar, que la cima está cercana.
Llegamos a la antecima. La cima principal se encuentra detrás, separada por una aérea arista.
Hacia ella nos dirigimos...
Esta aquí mismo...
Por fin. Pico de Alba. Son las 14:00 horas. Su cuarto tresmil... y a mí sólo me quedan ocho...