2 de octubre de 2025

GÍAS INFERIOR, GÍAS, CLARABIDE CENTRAL, PUNTA LOURDE ROCHEBLAVE Y TORRE ARMENGAUD DESDE EL PARKING DE ESTÓS

 Ascensión en solitario a las cimas de Gías Inferior, Gías, Clarabide Central, Punta Lourde Rocheblave y Torre Armengaud, ya que no las tenía publicadas en el blog por no llevar cámara de fotos cuando las ascendimos hace 25 años, en compañía de Jon Etxegarai.

Me espera una dura jornada, por lo que a las 04:37 comienzo a andar desde el Parking de Estós y para las 06:38 llego al Refugio de Estós, en donde paro para comer y beber algo, hasta las 06:56, en que empiezo a andar de nuevo.

08:50 Llego al Ibón de Gías. Asoma la mole del pico Gías y el collado homónimo al fondo.

A su derecha el macizo del Gourgs Blancs, por donde andaré dentro de unas horas
Tras atravesar el pedregal que hay encima del ibón, enfilo hacia el collado.
En este punto, dejo los rastros de sendero que se dirigen hacia él, y enfilo directo hacia el Gías.
Subo por otro inmenso pedregal, aunque esta vez, la roca es más estable. Aunque lo más evidente parece ser el subir directos por la izquierda, la roca parece más descompuesta, por lo que enfilaré hacia el espolón rocosa de la derecha y así enlazar con el sendero que baja desde el Clarabide Central.
 
Me ha costado llegar hasta aquí, pero ya tengo a la vista las dos cimas:
Decido subir primero al Gías Inferior. Voy bordeando la primera cima y trepo hasta la brecha situada entre las dos cimas. No hay que ganar mucha altura...
11:05 Gías Inferior. Menudo día hace.
Las dos cimas que subiré a continuación, el Gías y al fondo el Clarabide Central.
Destrepo a la brecha y enfilo hacia la cima principal.
11:15 Pico Gías
Permanezco un rato en la cima disfrutando de las vistas:
Bachimala y Monte Perdido, al fondo
Cresta del Seil dera Baquo
Grand Quayrat y Lezat, con el Puerto de Ôo en primer plano
Se puede ver hasta el Macizo de las Maladetas.
Y cerrando el horizonte sur, los macizos de Bardamina y Posets.
Hacia allí debo de dirigirme ahora. Se ven varias personas en la cima.
Destrepo por la chimenea habitual de subida...
y comienzo la suave ascensión por buen sendero.
Me cruzo con una de las personas que se encontraba en la cima.
11:35 Clarabides Central
Atrás quedan los Gías.
Me dirijo hacia el Clarabide Oriental, aunque no subiré a su cima, y la bordearé.
Descenso hacia el Puerto de Gías.
12:15 Puerto de Gías. De allí he bajado...
Me tomo un buen descanso para coger fuerzas, y comienzo después la subida hacia la Punta Lourde Rocheblave. Mirada atrás...
12:50 Punta Lourde Rocheblave
La Torre Armengaud está aquí mismo.
Qué diferente estaba hace cinco meses:
Estoy un rato en la cima y en un pis-pas, desciendo a la brecha, desde donde estudio la forma de superar el tramo vertical de la aguja.
Subiré primeramente por una terraza situada a la derecha...
y tras girar a la izquierda y seguir ganando altura siguiendo el recorrido más sencillo, a las 13:45 llego a la cima. Torre Armengaud.
Un vistazo atrás hacia la Punta Lourde Rocheblave...
y otro de la cresta hacia el Gourgs Blancs.
No tengo pensado continuar esta cresta, sino atravesar la vertiente sur del macizo, siguiendo la cornisa de la vía normal del Gourgs Blancs desde el Puerto de Gías. La idea es llegar hasta la brecha situada entre esta cima y la del Jean Arlaud. He dibujado de manera aproximada el recorrido que haré a continuación:
Comienzo a perder altitud por este corredor:
De allí arriba vengo. Destrepes delicados...
Aquí mismo está la cornisa:
Llego a ella.
La repisa es un contínuo sube-baja entre brechas y agujas:



Vistazo atrás:
Seguimos:
Última dificultad de la cornisa, perder altura y volverla a ganar hasta la brecha situada detrás de la evidente aguja.
En la brecha se acaban todas las dificultades de este tramo y llegamos a la vía normal del Gourgs Blancs.
Ni me planteo el subir a la cima. Estoy reventado.
Descanso una hora después de los momentos de tensión vividos, disfrutando de las vistas del rosario de tresmiles que tenemos delante.
15:35 Llego de nuevo al Ibón de Gías. Me ha costado descender por el corredor. Ha sido el momento con más tensión de la jornada, debido a lo descompuesto que está.
Ya solo queda descender de nuevo al parking, después de una parada en el refugio para tomar algo, y llegar al coche trece horas más tarde de haber salido.

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