A las 11:45 (ha sido un viaje duro desde casa...) comienzo a andar desde el parking del embalse siguiendo el amplio sendero que va rodeándolo por su orilla oeste sin apenas ganar altura.
A estas horas, el juego de luces y reflejos en el lago permite obtener unas bonitas fotografías.
Vemos a nuestra derecha una primera cascada. Continuamos.
Un poco más adelante, y casi en la cola del embalse atravesaremos el arroyo que cae desde el Barranc de Comalespada.
Nada más atravesar esta llamativa gran roca, debemos fijarnos en la siguiente referencia...
se trata de esta estaca pintada de color amarillo clavada en el suelo.
Desde este lugar debemos mirar hacia la derecha, donde observaremos una rampa de hierba y rocas que sube hacia el bosque.
Comenzamos a subir. Un vistazo atrás.
A medida que ganamos altura, la hierba pasa a ser más alta, lo que unido al gran número de frambuesos y rododendros que hay, hace que en muchos sitios apenas se vea el suelo que pisas.
Aunque no hay ningún sendero, el ojo experimentado verá como de vez en cuando se aprecian marcas en el suelo dejadas anteriormente por otras personas.Se trata de ir ganando altura de izquierda a derecha, en dirección al barranco y siguiendo el recorrido más lógico.
Llegamos a esta llamativa roca. Yo subiré por su derecha, teniendo que atravesar alguna losa de granito en adherencia.
Vistazo abajo una vez superado este tramo:
Llegamos a la siguiente referencia, un paredón vertical difícil de atravesar. No hay que superarlo...
Desde aquí mismo debemos de mirar hacia la derecha, donde localizaremos el primer hito del recorrido (yo por lo menos no vi ningun antes...), si bien es cierto que a este punto se puede acceder por diferentes lugares.
Debemos de bordear el farallón rocoso por su derecha, entre los árboles y la roca, sin que haya opción de pérdida.
El embalse queda ya bastante abajo
Hace un rato que se oye el ruido de las cascadas de agua que caen por el barranco, pero enseguida llegaremos a ver su cauce.
Es necesario perder unos pocos metros de altura hasta cruzar su cauce. La ascensión por su orilla derecha me pareció más sencilla.
Desde el cauce, un vistazo al punto desde donde he descendido:
El embalse queda abajo.
Y ahora no hay tregua. Hay que coger fuerzas, y poco a poco tirar para arriba. El barranco se bifurca. Tomaré el de la izquierda.
Como he dicho antes, seguiré subiendo por la orilla derecha, donde una hilera de hitos va marcando el recorrido, aunque no hay ninguna pérdida.
Por primera vez, localizo la cima de la Punta Alta al fondo y muy lejos aún.
El arroyo ha desaparecido por debajo de las rocas, y este tramo pedregoso se hace pesado de superar. La inclinación también ha decrecido.
Un último vistazo al embalse; ya no lo volveré a ver hasta la llegada al coche de nuevo. Al fondo comienza a asomar el Cresterío de los Besiberris.
Dejamos de andar durante un rato entre tanta piedra, y de vez en cuando pisaremos hierba.
Debemos de dirigirnos hacia el collado que se intuye a la izquierda de la cima.
Es un bonito tramo: hay que andar entre numerosos rododendros y en un silencio total.
El bonito Besiberri Nord:
Ya tenemos a la vista el collado. Se acabó la hierba; vuelve la roca, y esta vez hasta la cima.
Pero antes podré ver un numeroso grupo de gencianas.
La verdad es que el barranco ha sido un bonito recorrido botánico:Lilium Pyrenaicum
Nigritella Nigra
Este tramo está también bien señalizado
Desde allí abajo vengo.
El pico de Comalespada, que da nombre al barranco.
El macizo del Besiberri comienza a cubrirse con nubes... mal síntoma.
Venga, que no queda nada hasta el collado.
Aprovecho para coger aire, mientras observo la empinada ladera que he remontado.
Por fin. Llego al collado, donde empalmaré con la vía normal que asciende desde el Refugio Ventosa i Calvell. Descubro una zona totalmente desconocida para mí.
Pero no hay tiempo para contemplaciones. Es muy tarde y el día no está nada seguro. Continuo la ascensión.
Aquí sí que no hay perdida: es un camino muy pisado y bien señalizado.
El collado va quedando abajo.
Hay que atravesar un nevero para ascender por el lado derecho de la canal.
Un poco más arriba atravesaremos otro.
A partir de ahora, hay que ir ganando altura por las rocas, teniendo que utilizar a veces las manos. Se trata de sencillas trepadas.
Último tramo de la ascensión visto desde arriba:
La cima está aquí mismo...
Por fin. Son las 14:35. PUNTA ALTA. Sólo me quedan siete.
Un vistazo a los Estany de Comalesbienes.
Tirando de zoom se ve el macizo de Las Maladetas. Mañana andaré por allí...
Por aquí he subido.
No pierdo tiempo en la cima. Han comenzado a caer pequeñas gotas de agua. Me dirijo hacia la cima de Comalesbienes a través de un sencillo cresterío, para posteriormente descender de nuevo al embalse a través del Barranc de Comalesbienes.
Pierdo altura rápidamente
y me planto en la base del cresterío final
Pic de Comalesbienes. He tardado algo menos de diez minutos para enlazar las dos cimas
Continúo con el descenso en dirección a los estanys.
El descenso está bien señalizado
Por aquí estoy bajando
Pero sin saber como, me despisto del recorrido original y enfilo directamente hacia el barranco, sin pasar por los lagos. Por aquí he tenido que descender.
El barranco está aquí mismo...
Una vez en "tierra firme", localizo los hitos que me van a permitir atravesar este enorme pedregal, mucho más complicado de atravesar que el que había durante la subida.
Poco a poco voy perdiendo altura. El andar entre tanta piedra me está castigando las plantas de los pies.
Y todavía queda muchísimo hasta el embalse.
Menos mal que dejo atrás el pedregal y tomo un camino de tierra que durante un tramo me va a dar tregua a los pies.
Comienza la bajada final, que sin tregua descenderá hasta el parking.
Desde allí arriba vengo.
Al final llegaré a una pista para vehículos, desde donde arranca esta vía de ascensión, y que se encuentra señalizada con un hito.
Por fin, llego al parking, tras seis horas de recorrido.
El tiempo aguantó, pero según cogí el coche y me dirigía hacia Benasque, cayó una espectacular tormenta de agua y granizo.