El año pasado durante la travesía del macizo de las Maladetas que realicé con Gorka Azkarate, ya intentamos acceder a esta cima tras haber descendido desde La Maladeta al Collado de la Rimaya. Aunque perdimos mucho tiempo intentando localizar una vía siguiendo la arista tanto por la vertiente norte como por la sur, no lo conseguimos, y tuvimos que abandonar la ascensión dada la hora que era. Esta vez iba con la idea de ascender a esta cima partiendo desde el Puente de Coronas y llegar hasta el Collado de Aragüells a través de los Ibones de Coronas, bordeando después el Pico Abadías hasta llegar a la vertiente sur de la montaña, desde donde subiría a través de la bautizada por Francisco Termenón como «Fisura Juanito», un sencillo modo de acceder a la cima.Él día anterior, mientras pasaba la tarde en Benasque, vi que la previsión metereológica anunciaba tormentas para la tarde del día siguiente, por lo que en previsión, decidí descartar el itinerario anterior y tomar el camino más rápido, esto es, intentar la ascensión partiendo desde La Besurta y trepar por un corredor situado en la vertiente norte del pico.Además, todavía me sentía cansado después de la paliza de la ascensión a la Punta Alta del día anterior.
Tras pasar la noche en el Parking de Llanos del Hospital, tomo el autobús que a las 05:45 nos deja en La Besurta. Todavía no ha amanecido, por lo que iluminado por la luz del frontal, comienzo a subir una vez más por el sendero que se dirige hacia el Refugio de la Renclusa. Para cuando llego al refugio,ya no es necesaria ninguna luz artificial, el sol comienza a iluminar las cimas del macizo de las Maladetas.
Saludo a montañeros que parten del refugio en dirección al Aneto, y gano altura rápidamente mientras rebaso a otros. Una ligera niebla cubre el fondo del valle.
El bonito amanecer me hace parar, y contemplo durante un rato los juegos de luces y sombras.
Ya tengo a la vista el pico hacia el cual me dirijo
Me precede una pareja de franceses que se deben de dirigir hacia la Maladeta.
Dejo de andar entre bloques de piedra y hasta la base del collado subiré por nieve.
Ya tengo a la vista el corredor.
He rebasado a los franceses hace un rato y ya no los veo.
El fondo del valle sigue nublado.
Tirando de zoom localizo el corredor por el cual tengo intención de subir.
Pero todavía hay que llegar hasta la base...
El tramo final de la Cresta de los Portillones y el Pico de la Maladeta se encuentran sobre mi cabeza.
Comienzan a aparecer las primeras grietas en el glaciar.
Ahí mismo tengo el Collado de la Rimaya, y según me acerco, compruebo como todavía no se ha abierto esta...
por lo que hago un rápido cambio de planes: decido remontar la canal hasta llegar al collado, subir al Pico de Maladeta, descender por la vía normal a este pico desde el Ibón de Cregüeña, y una vez situado en la vertiente sur del Pico del Collado de la Rimaya, remontar por el recorrido original. Ahí mismo está el pico. A ver si hay suerte.
Tiro para arriba.
En el tramo intermedio del corredor de acceso al collado, la nieve ha desaparecido. No hay problemas, los crampones se agarran bien en la descompuesta roca.
Último tramo...
Desde allí abajo vengo.
El Pico de la Maladeta se encuentra justo encima mío.
Y esta es la arista que se dirige hacia el Pico de la Rimaya.
Vertiente de Cregüeña
En un pis-pas me planto en la cima de La Maladeta.
09:25. Un vistazo hacia las Maladetas Occidentales:
Y otro hacia el Aneto-Cresta del Medio:
Vuelvo a bajar al collado, donde dejé la mochila y comienzo el descenso hacia la vertiente sur. Un vistazo al Pico de la Rimaya:
La vía está bien señalizada: se trata de perder altura aprovechando pequeños corredores y repisas.
En la base, una profunda rimaya asusta un poco, pero afortunadamente todavía hay suficiente nieve como para pasar sin problemas.
Ahora hay que atravesar la helada ladera de nieve ganando un poco de altura.
Desde allí atrás vengo.
Por más que miro para arriba, no localizo las referencias que tenía de la citada Fisura Juanito...
por lo que al final comienzo a trepar por la que me parece más sencilla y con continuación hasta la cima.
Una vez en casa, FTer me indicó que la vía que seguí de ascensión es en realidad la llamada por ellos Fisura Juanito. Una prueba fotográfica, su ascensión:
Y mi recorrido. Es el mismo lugar, pero con algo más de nieve.
En esta otra fotografía, desde otra perspectiva, se aprecia mejor la entrada a la fisura:
Aunque vertical, la roca es bastante sólida y se sube fácilmente.
Por aquí continua. Me entretengo en colocar algún hito de vez en cuando.
Se gana altura rápidamente.
Ya estoy a la altura de la arista que viene desde el collado.
Hay que ganar altura unos metros por el filo de la arista...
hasta llegar a la base cimera. Yo opté por subir por la vertiente izquierda de la losa vertical.
La Maladeta cierra el horizonte.
Aquí está la cima. El punto más alto es esa gran roca.
11:15. Pico del Collado de la Rimaya.
Último tresmil de los pendientes que asciendo en solitario; los seis siguientes que me quedan, las realizaré acompañado.
El agreste tramo de arista que se dirige al Pico Cordier.
El Ibón de Cregüeña.
Después de descansar un rato, tomo la decisión de descender por el corredor de la vertiente norte. En seguida lo localizo, y aunque parece estar muy descompuesto, llega hasta la misma base del glaciar.
Comienzo a bajar. Se trata de perder altura aprovechando los tramos de mejor roca, la situada a la derecha según el sentido de marcha.
Por ahí se iría al Pico Cordier. Quizas otra vez...
De allí arriba vengo.
Y hasta allí abajo tengo que ir. Se trata del tramo con la roca más descompuesta.
Localizo una instalación de rápel con dos buriles. Me imagino que será para cuando haya nieve, o la rimaya esté abierta.
Estoy perdiendo altura muy rápido.
Último tramo.
Hay una pequeña rimaya que no supone ningún problema atravesar dando una zancada.
Se acabaron las dificultades.
Adiós Pico de la Rimaya, me has dado guerra, pero me has gustado...
Un poco antes del Refugio de la Renclusa una marmota se encuentra tan contenta como yo.
A las 13:00 me despido de los mulos de La Renclusa...
y a las 13:25 llego a La Besurta. Un último vistazo a lo recorrido, aunque tendré que volver dentro de poco...
Tomo el autobús de las 13:30 y sólo llegar al parking de los Llanos del Hospital descarga una fuerte tormenta. He vuelto a librar, al igual que ayer, por los pelos...