20 de agosto de 2009

TRAVESÍA PICO ANETO-COLLADO DE LA RIMAYA

Continuación con la travesía de Este a Oeste del Macizo de las Maladetas en compañía de Gorka Azkarate, ascendiendo a los picos de Tuca del Collado de Coronas, Coronas, Pico del Medio, Punta Astorg, Pico Maldito, Aguja Schmidt-Endell, Pico Abadías y Pico de la Maladeta.
JORNADA 1
JORNADA 2
Después de una mala noche en la cima del Aneto, durante la cual he dormido poco (y no ha sido precisamente por el frío, que no lo ha hecho), un poco antes de las siete de la mañana Gorka me despierta: ¡arriba gandul, que nos van a pillar durmiendo los primeros montañeros que suban a la cima!

Tomamos un rápido desayuno y tras recoger nuestras pertenencias, nos preparamos a afrontar el siguiente tramo del recorrido, en teoría menos exigente en cuanto a desnivel, que el del día anterior: tenemos que descender al Collado de Coronas, subir al Pico homónimo, y continuar por la Cresta del Medio hasta el Gendarme S. Endell, de donde descenderíamos al Collado Maldito, y tras trepar a La Maladeta, intentaríamos la ascensión al Pico Collado de la Rimaya, para posteriormente bajar a La Besurta.
Nos despedimos de la cima

Echamos un vistazo a las crestas que vamos a tener que recorrer

Y casi sin calentar, nos disponemos a atravesar el mítico Puente de Mahoma, y no Paso, como erroneamente se le suele denominar. Este nombre viene de una imagen literaria que utilizó uno de los primeros conquistadores de la cima, Albert de Franqueville, en su libro "Voyage a la Maladeta" publicado tres años más tarde de la ascensión, y en el cual describía así sus últimos metros:
Nous sommes séparés du Pic de Néthou par une arête extrêmement aiguë ; à droite, un abîme au fond du quel se déroule le Glacier de Coroné et les eaux noirâtres de son lac ; à gauche, à une profondeur un peu moins grande, la partie orientale du Néthou s'abaisse par une pente des plus rapides. Pour comble de difficultés, le sommet de cette arête est encombré de fragments de granit désagrégés par la gelée ou disloqués par les coups de foudre, et très dangereux par leur manque de stabilité. Ce Pont de Mahomet est portant la seule voie qui s'offre à nous pour arriver au but après lequel nous courons depuis si longtemps...
Este corto paso todavía sigue asustando a los neófitos, pero realmente no tiene ninguna dificultad técnica, siempre y cuando no esté helado. Eso sí, impresiona bastante...Gorka se dispone a atravesarlo


Una vez en la antecima, saludamos a una cuadrilla de extranjeros que han pasado la noche acampados, y comenzamos el descenso al Collado de Coronas


Ver el estado de esta bajada me impresionó.
Las tres veces anteriores que he estado en esta cima han sido con nieve...(Xtrem Marathón Aneto-Junio de 1999)

... y no sabía que en verano esta empinada pala de nieve es un enorme pedregal.
Perdemos altura rápidamente, y llegamos a la altura de la Punta Oliveras-Arenas.
No perdemos tiempo subiendo a esta cima, que ya la tenemos ascendida los dos

Un vistazo atrás.

Para evitar el tramo helado del glaciar que tendríamos que atravesar, descendemos por una canal paralela al Contrafuerte Norte y que nos permitirá perder altura sin necesidad de calzarnos los crampones. En un principio pensamos que esta era la llamada "Vía de los Descalzos", un itinerario que inaguraron los sacerdotes Antoni Arenes y Jaume Oliveres en su ascensión al Aneto en 1906 equipados con alpargatas y un bastón, pero una vez en casa comprobamos que la Vía de los Descalzos es la que desciende desde la cima de la Punta Oliveras-Arenas directamente al Collado de Coronas a través del Contrafuerte NO.
Su dificultad es mayor a la vía que hemos utilizado, y su descenso, según las guías, no es recomendable.



Llegamos a la base de la vía

Al final no hay más remedio que atravesar la nieve para acceder al Collado de Coronas.

Llego a la altura del Collado de Coronas.
En la fotografía se aprecian dos curiosos fenómenos geograficos: por un lado el pequeño lago denominado Coronado que se forma en la cubeta que hay bajo el collado, y que es el más alto de todo el macizo. Es un lago que a mediados del siglo XX estaba casi desaparecido, tras ser constante durante el siglo XIX.
El otro fenómeno, es esa duna de nieve que hay encima del lago, un fenómeno que sólo se origina en los Pirineos en los Glaciares del Aneto y de La Maladeta. Los forma el barrido de la nieve recien caída por el viento y suelen formarse paralelas a las crestas.

Espero que llegue Gorka.

Ahora nos toca remontar la descompuesta ladera de la Tuca del Collado de Coronas, hasta llegar al filo de la arista, desde donde penetraremos en un corredor que nos llevará hasta las rampas finales.

Un vistazo desde la arista al citado corredor, el situado a la izquierda.

Remontando el corredor, un vistazo atrás. Debajo nuestro el Collado de Coronas.

Sólo nos quedan los últimos metros...

08:30 Tuca del Collado de Coronas

La cima principal del Coronas está a tiro de piedra (será por piedras...) y llegamos enseguida.

08:40 Pico de Coronas
El 15-07-1864, Russell y un porteador conseguían la primera ascensión de esta cima.

El descenso al Collado del Medio es rápido

y sin parar, continuamos con la ascensión al Pico del Medio.

09:15 Pico del Medio
El 12-07-1881, de nuevo el Conde Russell en compañía de los guías Firmin Barrau y Célestin Passet protagonizaron la primera ascensión conocida a este cima. Por este motivo, esta cima fue denominada durante mucho tiempo por nuestros vecinos franceses como Pointe Russell.

Por esa arista anduvimos hace un mes

En la misma cima hay un buen vivac

A partir de aquí el recorrido cambia completamente. Hasta ahora hemos andado por un terreno descompuesto, pero donde apenas había que poner las manos. Ahora vamos a tener que realizar bastantes trepadas bordeando unas grandes agujas hasta llegar a la base de la Punta d'Astorg.
Comenzaremos perdiendo altura para bordear por el sur el recortado cresterío


No hay pérdida, el recorrido está bien señalizado con hitos.

Es un tramo muy disfrutón.

Un vistazo atrás a este tramo de arista

De esta manera, atravesando una tras otra terrazas y brechas, destreparemos a una brecha en donde llegaremos al tramo clave de la ascensión, un muro con una fisura en medio cuyo final es extraplomado y obliga a superarlo por la izquierda. Tiene muy buena roca, y aunque muy aéreo, se supera fácil (III-). Buena reunión justo encima de este paso. 15 metros de largo.

El mismo tramo desde abajo

Sólo queda remontar un corredor para acceder a los bloques que constituyen la cima. 11:00 Punta d' Astorg

La siguiente cima, el Pico Maldito, está aquí mismo...

y es tan sencillo...

que en unos pocos minutos llegamos a la cima. 11:13 Pico Maldito

La siguiente cima también es rápida y sencilla. Simplemente hay que descender a una brecha y ganar altura hasta la cima. La verdad es que la prominencia de esta cima está bastante por debajo de los diez metros exigibles para estar incluído en la lista de tresmiles oficiales.

11:25 Aguja Schmidt-Endell.

Ahora viene lo bueno: localizar alguna vía sencilla para destrepar hasta el Collado Maldito. Retrocedemos a la brecha, y desde aquí localizamos unos hitos que van en la dirección correcta. De momento, tenemos que destrepar hasta el lugar señalizado con el punto rojo:

Desde aquí se observan las cimas que nos quedan por ascender todavía.

Seguimos perdiendo altura. Más hitos.

Este es el aspecto de la bajada:

Esto cada vez se empina más...

Hasta que llegamos a una zona vertical e imposible de destrepar sin jugársela mucho, por lo que decidimos rapelar, que para eso está instalada una línea de rápeles


Comienzo a bajar (30 m.-cintas y maillón rodeando un bloque)

Segundo rápel (20m-cordino rodeando bloque), este por un terreno completamente descompuesto.

Tercer rápel (20 m-cintas rodeando bloque), este totalmente vertical y por buena roca. Nos deposita en el mismo glaciar

Una vez en el glaciar nos calzamos los crampones. Un resbalón nos llevaría al fondo de la rimaya que tenemos debajo. Nos dirigimos a la base del Pico Abadías bordeando el Collado Maldito, primera ascensión por Russell el 7 de Julio de 1880.

Al llegar a las rocas, echamos un vistazo atrás.
He dibujado de manera aproximada el itinerario de descenso.

Nos toca remontar una ladera de roca descompuesta hasta llegar al Collado Abadías, situado entre el Pico Abadías y La Maladeta


El tramo entre el collado y la cima del Abadías está formado por grandes bloques que hay que ir rodeando.


Gorka hace un rato que ha llegado a la cima.

Al rato llego yo. 14:18 Pico de Abadías 

Hace un rato que comienzo a estar muy cansado, y sobre todo, un dolor en la planta de los pies me impide andar a gusto. Demasiado peso y demasiadas horas... Bueno, toca retroceder hasta el collado


Ahora, tal y como dijo Gorka, que ya conocía esta ascensión, hay que seguir escrupulosamente los hitos para evitar embarcarse...
El primer hito está justo encima del collado a mano derecha. Vamos a seguir seguramente el mismo recorrido que utilizaron Russell y el guía F. Barrau durante su primera ascensión a La Maladeta desde el Collado Maldito.

La vía no sigue el filo de la arista, que está surcada por grandes bloques, si no que discurre por la vertiente de Cregüeña.

El recorrido está bien señalizado.

El Pico Abadías va quedando atrás.


Si por cualquier cosa dejas de ver hitos...

y notas que aumenta la dificultad...

significa que te has perdido, y debes de retroceder hasta localizarlo de nuevo. No fue nuestro caso. Esta vez los hemos seguido perfectamente...

y hemos conseguido superar el tramo más complicado de la arista.
Ya sólo nos queda un sencillo paseo hasta la cima.

mientras de reojo contemplamos nuestro próximo objetivo, el Pico Collado de la Rimaya.

La verdad es que visto de lejos impresiona

Últimos metros...

15:00 Pico de la Maladeta. No estoy para muchas historias...

Un vistazo a todas las cimas ascendidas hoy:

Pero lo que más ganas tenemos es de comenzar la ascensión de la última cima de la jornada, el Pico Collado de la Rimaya, por lo que comenzamos el descenso cuanto antes hacia el collado homónimo.


Impresiona visto desde todas las vertientes.

Dejamos todo el peso inútil en el collado e inspeccionamos la ruta a seguir. Llegamos a la conclusión (errónea, por cierto) de que por el sur no puede ser.


Y lo intentamos por el norte. Perdiendo algo de altura por el corredor norte del collado localizamos unos hitos que a través de unas repisas van salvando los primeros gendarmes de la arista. Vamos bien. La vía gana la arista y aunque localizamos un gran hito en la vertiente sur, no localizamos el siguiente. Tenemos un gran gendarme situado antes de la cima enfrente...

y todavía no vemos la cumbre. Creemos que la vía tiene que ir por esa especie de repisa que se encuentra muy por debajo nuestro...


pero son ya las cuatro de la tarde. No lo vemos claro...

y aunque ninguno de los dos se atreve a decirlo, al final, tomamos la decisión de
abandonar. Estamos cansados, y todavía nos queda mucho hasta llegar a La Besurta. Además, todavía no han acabado las dificultades: tenemos que bajar del collado al glaciar. El terreno, para variar, es muy descompuesto y empinado

Un vistazo arriba:

Y otro abajo. Quizás sea el tramo más descompuesto de estos dos días.

Desde aquí nos despedimos del Pico Collado de la Rimaya. Volveremos...

Aunque se podría descender andando por el corredor hasta el glaciar, la vía nos depositaría encima de la rimaya que da nombre al collado. Justo en el punto rojo.

No queremos que nos pase lo mismo que le ocurrió a Pierre Barrau, guía acompañante de Friedrich Parrot, primeros ascensionistas de La Maladeta, que cayó en el interior de esta rimaya el 11 de Agosto de 1824 a la edad de 68 años, siete años más tarde de la primera ascensión. Fue la venganza final de la montaña, ya que durante la primera ascensión, Parrot, resbaló en el corredor y cayó resbalándose por el mismo hasta que finalmente pudo sujetarse a una piedra que le libró de la caída a la grieta. Nosotros aprovecharemos para rapelar unas cintas colocadas para evitar la rimaya. Con las dos cuerdas de 30 metros unidas y rapelando en oblicuo, llegamos justo al borde de la grieta

Ya sólo nos queda colocarnos los crampones e ir descendiendo por el Glaciar de la Maladeta.


Yo estoy destrozado. Las plantas de los pies me duelen muchísimo y me hacen andar a un ritmo lentísimo.

No veo la hora de llegar al autobús.

Y aunque esté viendo todo el rato el Refugio de la Renclusa, e incluso la parada del autobus...

voy a tardar casi tres horas en llegar a la parada, justo siete minutos antes de que parta el último autobús. ¿Gorka? Nada, llegó mucho antes que yo al refugio, se quedó charlando con unos paisanos mientras yo continuaba el descenso, y al final se picó con ellos en el descenso y bajaron corriendo hasta alcanzarme. Lo que digo, que este hombre se cayó a la marmita de Obelix de pequeño.
Llegamos a Benasque y comenzamos un viaje de vuelta a casa a donde llegamos casi a las tres de la mañana y en donde el monotema del viaje fue, por supuesto, la MONTAÑA.
Croquis parcial de la ascensión

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