7 de septiembre de 2016

CRESTERÍO BOUM AL MAUPAS

Ascensión al Pico Boum por su vía normal desde el Refugio de Maupas y posterior recorrido hasta el Collado de Crabioules recorriendo la cresta que une el citado pico con el Maupas, Navarro, Rabadá y el Tusse de Remuñe en compañía de Pablo.
Las pocas referencias que teníamos del cresterío Boum-Maupas, hablaban de dos rápeles, uno de 20 metros y otro de unos 50 para acceder a la Brecha Boum por un terreno muy descompuesto. Nosotros decidimos subir con sólo una cuerda de 60 metros, por lo que la idea original era haber llegado hasta el Refugio de Maupas desde el Valle de Lys, seguir subiendo hasta el pico Boum para que Pablo tachase esta cima, bajar a dormir al refugio y al día siguiente comenzar la travesía de aristas desde la Brecha Boum. Al llegar al refugio, Emma, la encantadora guarda nos indica que ella cree que el segundo rápel es mucho más corto y que se puede hacer con una cuerda de 60 metros. Además, nos dice también que el acceso a la brecha está imposible sin crampones debido a lo empinado y a la cantidad de hielo que queda. La decisión está tomada,  mañana nos arriesgaremos y así de paso pasamos la tarde descansando  de los 1300 m. de desnivel que hemos tenido que superar cargados para llegar a este precioso refugio.
A las 07:00 comenzamos a andar siguiendo la vía normal hacia el Boum. El bonito amanecer confirma la previsión del tiempo: durante estos dos días vamos a disfrutar de espléndidas jornadas para disfrutar de la montaña:

En unos 20 minutos llegamos a la bifurcación/corredor desde el cual se toma el camino hacia el Collado de Crabioules y magnífico mirador del bonito circo homónimo, final de nuestra travesía de hoy. Decidimos perder y volver a ganar al día siguiente los 600 metros de desnivel que hay desde el refugio, para no tener que cargar con el material de vivac y comida que hubiésemos tenido de llevar. El collado señalizado:
Circo de Cabrioules
Una vez llegamos al desvío hacia el Maupas, debemos de atravesar la inmensa pedrera que hay entre las dos cumbres. El sol comienza a iluminar la cima del Maupas:

Pablo estudiando el recorrido por el cual andaremos dentro de un rato:

La Brecha Boum. Comprobamos, efectivamente, que es imprescindible atravesar hielo para acceder a ella. Una vez en la cresta, vimos la posibilidad de acceder a la cresta sin llegar a pisar nieve subiendo por placas lisas...

Ahí tenemos el Pico Boum. Debemos de ir ganando altura atravesando un descompuesto terreno que nos deja reventados:

Últimos metros, alguna pequeña trepada...

y llegamos a la cima. 09:04 Pico Boum. Qué lejano se ve el Maupas...

Nos colgamos los hierros y tiramos a despejar la duda de si se podrá bajar o no...

Este primer tramo es disfrutón, nada que ver con la roca descompuesta de la cual hablan...

Llegamos al primer rápel:

Ahí hay que bajar:

Inicio del rápel volado. Apuramos los 30 metros de cuerda a tope,,,

seguimos destrepando hasta llegar al siguiente rápel. Ahí abajo está la brecha. Parece claro que lo vamos a poder conseguir:


Sólo nos queda destrepar este pequeño tramo...

y comenzar a ganar altura por la propia arista.

Que sí, Pablo. Que lo hemos conseguido...

Comenzamos la tónica de lo que va a ser este km y pico de arista, «una sucesión de grandes agujas y gendarmes difíciles de superar que caen al vacio por sus dos vertientes», tal y como la defininió Miquel Capdevila,




Llegamos a una travesía horizontal. Esto nos queda... En una de esas agujas se encuentra el tramo más complicado técnicamente de la arista, un diedro de unos cinco metros de IVº:

Un vistazo atrás desde este paso:


Agujas y agujas... Esto no acaba nunca...


En muchas de las agujas dudábamos por donde continuar: por la derecha no, por la izquierda menos... pues será de frente... y así continuamos hasta llegar por sorpresa al bordear por la derecha un gendarme al aéreo diedro de IV. Al igual que en los puntos claves que hemos atravesado, un clavo en su base permite asegurar el paso. Una ancha fisura recorre el diedro y sería fácil de asegurar con un friend medio, pero no llevo ninguno, habrá que subirlo a pelo... Adherencia de pies, pequeñas presas para las manos y en un momento vuelvo a respirar,.. No hay foto de este paso.
Ya sabíamos que una vez atravesado este paso, se habían acabado las dificultades técnicas.


Por fin, a las 14:30 llegamos al Maupas.

Menudo día hace:

Estamos algo más de media hora en la cima, pero todavía nos queda un tramo por recorrer.  Ya conozco esta arista por lo que guardaremos la cuerda. Aunque aérea en extremo, no es complicada y así de paso avanzaremos más rápido.


Enseguida llegamos al punto más peliagudo. No puede haber ningún error...



Todavía queda un buen tramo que atravesaremos rápido...


hasta llegar a la Punta Navarro. 15:55.

Bajamos a la brecha que separa las dos cimas...

y a las 16:18 llegamos a la Punta Rabadá:

La continuación es ya un paseo...


y en un pis-pas llegamos a la última cima del día, Tusse de Remuñe. 16:25.

La idea original era el haber continuado recorriendo aristas y haber atravesado los Crabioules, para posteriormente bajar a dormir al Refugio del Portillon, pero dada la hora que es y sabiendo que las cenas en los refugios las dan a las 19:00, vemos que no vamos a llegar a la hora, por lo que decidimos bajar de nuevo al de Maupas. Habrá que perder 600 metros de desnivel para mañana volverlos a subir y continuar cresteando. Todo sea por no cargar con más peso para haber vivaqueado en las alturas...
Bajamos hasta el Collado de Crabioules. Habrá que atravesar este inmenso pedregal...


hasta llegar al Refugio de Maupas a las 18:40. Repondremos fuerzas con la riquísima lasaña que Emma nos ha preparado para cenar y a dormir, que mañana nos espera otra dura jornada...

24 de julio de 2016

PICO ANETO POR LA ARISTA SUR Y VIVAC EN LA CUMBRE

Ascensión al Pico Aneto por su Arista Sur en compañía de Ainhoa, Ana, Asier y Jon, durmiendo posteriormente en su cima.
La previsión metereológica era inmejorable para poder cumplir el objetivo: el cielo iba a estar despejado, no iba a hacer excesivo frío y una luna apenas menguante nos iba a iluminar la noche.
Además, contábamos con el aliciente de que ese fin de semana se disputaban las diferentes pruebas organizadas alrededor del Gran Trail Aneto-Posets, con lo cual, el ambiente en Benasque estaba asegurado...
Después de cenar dimos una vuelta por la zona de meta para animar a los corredores que iban llegando...

tomamos una cerveza en el mítico Rabasón...

y nos dirigimos a dormir a Senarta. No había prisa, esta vez no teníamos que tomar como todas las anteriores veces el autobús de las 05:00, si no que tomaríamos el de las 09:15.
Nada más bajar del autobús, a las 10:00, comenzamos a andar. El Refugio de Coronas y los alrededores estaban ocupados por las personas que estaban ayudando en el avituallamiento del trail.

No tenemos ninguna prisa por llegar a la cima, por lo que iremos subiendo tranquilamente.
Iremos remontando el Barranco de Llosás hasta llegar a la Pleta de Llosás desde donde veremos por primera vez nuestro objetivo:


De esta forma llegaremos hasta el Ibón de Llosás.

Aprovechando el día tan bueno que hace y por hacer algo más de tiempo, nos daremos un bañito en sus frías aguas...

una buena siesta....


y continuamos ruta. Al fondo asoma la Cresta de Llosás, en donde estuve hace poco más de un mes y que hace un año recorrí con Jon.

Hace un mes se subía mejor con la dura nieve que había, esta vez toca sufrir un poco más. Además, llevamos mucho peso en nuestras mochilas y las paradas para descansar son abundantes...

Llegamos a la altura de la Brecha Superior de Llosás. El objetivo de hace un mes era precisamente medir la prominencia de las tres agujas situadas al norte de la brecha y comprobar si cumplían los requisitos para incluirlas en el listado de tresmiles fantasmas. La primera de ellas me dió una prominencia de 10,482 m respecto a la brecha situada al norte. Demasiado justo; con el margen de error de los gps no se puede determinar si realmente llega a los diez metros... Esta es la aguja:

Seguimos subiendo por este inmenso pedregal.


hasta llegar por fín al inicio de la Arista Sur.

Nos equipamos para la ascensión...

y comenzamos a ganar altura:

La escalada es muy disfrutona:



Nos lo tomamos con mucha tranquilidad:




Incluso nos permitimos el lujo de equivocarnos y tener que retroceder de nuevo...

Con la pérdida de tiempo por el despiste nuestro, a Ainhoa, Ana y Asier les ha dado tiempo a subir a la Aguja Escudier.

Nosotros nos conformaremos con subir los últimos metros de la Canal Sita...

y volvernos a juntar en el tramo final de la Arista de Llosás:

El tiempo ha cambiado completamente y nos encontramos rodeados por las nubes:



Atravesaremos la Aguja Daviu...


e iremos poco a poco avanzando hasta la cima. Las ganas de llegar son insoportables, llevamos demasiadas horas con demasiado peso sobre nuestras espaldas...

Además, tenemos la suerte de que las nubes se están despejando...

Últimos metros...

Por fin... ¡CIMA! Foto de grupo al día siguiente


Hace ya más de once horas que bajamos del autobús y hemos sufrido durante la ascensión, pero dormir bajo la estrellada noche y el ver amanecer desde la cima justificó todas las penurias sufridas...